La química de los copos de nieve aporta datos útiles sobre el ozono
Fuente: Purdue University news 2009
Las
formas únicas de cristales de nieve y las complejas reacciones químicas
que ocurren en sus superficies podrían dar pistas sobre la pérdida de
ozono al nivel superficial.
(Foto: Purdue University/Shepson Lab)
(Foto: Purdue University/Shepson Lab)
Muchos procesos químicos tienen lugar en la
superficie del hielo. Entendiendo mejor la estructura física de los
cristales de los copos de nieve, cómo crecen y por qué toman sus formas
específicas, es posible hacerse una mejor idea de la química que tiene
lugar en esa superficie
Eso lo tiene muy claro Travis Knepp de la
Universidad Purdue, especialista en química analítica que estudia los
fundamentos de la estructura de los copos de nieve para profundizar en
la dinámica de la reducción de la capa de ozono en el Ártico.
Su trabajo sobre la estructura de los copos de
nieve y cómo ésta es afectada por la temperatura y la humedad lo
desarrolla en una cámara especial de laboratorio no más grande que un
refrigerador pequeño. Knepp puede hacer crecer copos de nieve todo el
año. La temperatura de su cámara va desde unos 40 grados Celsius bajo
cero hasta unos 40 sobre cero.
Knepp y Paul Shepson están estudiando los
cristales de los copos de nieve y el por qué se dan transiciones
abruptas en sus formas a temperaturas diferentes. Las diferencias que
observan no sólo explican por qué dos copos de nieve nunca son
idénticos, sino que también van a ser de utilidad para su investigación
sobre el ozono en la región del Océano Ártico.
En la superficie de todo hielo hay una capa muy
delgada de agua líquida. Aún cuando el hielo se encuentre bien por
debajo del punto de congelación del agua, siempre está presente esta
capa delgada de agua que existe en forma líquida. Por eso, el hielo es
tan resbaladizo.
Esta capa delgada de agua existe en la parte
superior y en las laterales de un cristal de copo de nieve. Su presencia
causa que el cristal tome formas diferentes a medida que cambian la
temperatura y la humedad. Los cristales de los copos transitan a otras
formas, y a veces vuelven a la original, al producirse estos cambios.
Lo importante es que el espesor de esta capa
delgada de agua es lo que dicta la forma general que asume el cristal
del copo de nieve.
Este conocimiento tiene utilidad práctica para
los trabajos de Knepp y sus colegas sobre el ozono atmosférico, que
abarca también al ozono presente a poca altura.
El ozono a nivel de superficie es muy
importante. Le da a la atmósfera la capacidad de limpiarse a sí misma.
Sin embargo, también es tóxico para los humanos, y hasta para la
vegetación, si está en altas concentraciones, como las presentes en
diversas formas de contaminación industrial.
En la superficie de la nieve tienen lugar
regularmente reacciones químicas complejas. Estas reacciones, en las que
interviene la capa delgada de agua de la superficie de los cristales de
nieve, causa la liberación de ciertos compuestos químicos que reducen
el nivel de ozono a poca altura.
El ritmo de estas reacciones está limitado parcialmente por el área de la superficie de los cristales de nieve.
La necesidad de entender estas reacciones
químicas intrincadas y sus implicaciones para la reducción del ozono
impulsa a los investigadores a continuar estudiando los copos de nieve.
Información adicional en: Atmospheric Chemistry and Physics