Distribución de Clorofila en los mares y océanos

 

Clorofila en los oceanos y mares
Concentración de clorofila en los mares y océanos del planeta.  Imagen de MODIS.
Fuente: NASA Earth Observatory.

En la base de la red alimenticia de los océanos se encuentran algas unicelulares y otros organismos similares a las plantas conocidos como fitoplancton. Al igual que las plantas terrestres, el fitoplancton utiliza clorofila y otros pigmentos captadores de luz para realizar la fotosíntesis, absorbiendo dióxido de carbono atmosférico para producir azúcares como combustible de las células. La clorofila cambia la forma en que refleja y absorbe la luz solar en el agua, lo que permite a los científicos mapear la cantidad y ubicación del fitoplancton. Estas mediciones brindan a los científicos información valiosa sobre la salud del medio ambiente oceánico y los ayuda a estudiar el ciclo del carbono oceánico.

Los mapas de clorofila mostrados en el video a continuación muestran las concentraciones de clorofila en el agua en miligramos de clorofila por metro cúbico de agua de mar cada mes desde diciembre 2003 a julio de 2020. Los lugares donde las cantidades de clorofila eran muy bajas, lo que indica un número muy bajo de fitoplancton son azules. Los lugares donde las concentraciones de clorofila eran altas, es decir, muchos fitoplancton estaban creciendo, son de color verde oscuro. Las observaciones provienen del espectrorradiómetro de imágenes de resolución moderada (MODIS) en el satélite Aqua de la NASA. La tierra es de color gris oscuro y los lugares donde MODIS no pudo recopilar datos debido al hielo marino, la oscuridad polar o las nubes son de color gris claro.


Las concentraciones más altas de clorofila, donde prosperan pequeñas plantas oceánicas que viven en la superficie, se encuentran en aguas polares frías o en lugares donde las corrientes oceánicas traen agua fría a la superficie, como alrededor del ecuador y a lo largo de las costas de los continentes. No es el agua fría en sí lo que estimula el fitoplancton. En cambio, las bajas temperaturas son a menudo una señal de que el agua ha subido a la superficie desde las profundidades del océano, transportando nutrientes que se han acumulado con el tiempo. En las aguas polares, los nutrientes se acumulan en las aguas superficiales durante los oscuros meses de invierno, cuando las plantas no pueden crecer. Cuando la luz del sol regresa en primavera y verano, las plantas se multiplican en altas concentraciones.

Una franja de aguas frías y ricas en vida vegetal rodea el mundo en el Ecuador, con la señal más fuerte en el Océano Atlántico y las aguas abiertas del Océano Pacífico. Esta zona de mayor crecimiento del fitoplancton proviene de la afluencia frecuente de aguas más frías y profundas como resultado de los vientos alisios dominantes del este que soplan sobre la superficie del océano. En muchas áreas costeras, la pendiente ascendente del fondo marino empuja el agua fría desde las capas más bajas del océano a la superficie. El agua que sube o aflora transporta hierro y otros nutrientes del fondo del océano. La surgencia costera fría y el subsiguiente crecimiento de fitoplancton son más evidentes a lo largo de las costas occidentales de América del Norte y del Sur y África meridional.

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Basado en un artículo de NASA Earth Observatory.  Lea el artículo original en inglés,


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