Desbalance de la energia terrestre se ha duplicado en los últimos años
Por Joe Atkinson, NASA's Langley Research Center. Junio 16, 2021
Investigaciones han descubierto que el desequilibrio energético de la Tierra aproximadamente se duplicó durante el período de 14 años de 2005 a 2019.
El clima de la Tierra está determinado por un delicado equilibrio entre la cantidad de energía radiativa del Sol que se absorbe en la atmósfera y superficie y la cantidad de radiación infrarroja térmica que la Tierra emite al espacio. Un desequilibrio energético positivo significa que el sistema de la Tierra está ganando energía, lo que hace que el planeta se caliente. La duplicación del desequilibrio energético es el tema de un estudio reciente, cuyos resultados se publicaron el 15 de junio en Geophysical Research Letters.
Los científicos de NASA y NOAA compararon datos de dos mediciones independientes. El conjunto de sensores satelitales Clouds and the Earth's Radiant Energy System (CERES) de la NASA miden cuánta energía entra y sale del sistema terrestre. Además, los datos de un conjunto global de boyas oceánicas, llamado Argo, permiten una estimación precisa de la velocidad a la que los océanos del mundo se están calentando. Dado que aproximadamente el 90 por ciento del exceso de energía de un desequilibrio energético termina en el océano, las tendencias generales de la radiación entrante y saliente deberían coincidir en general con los cambios en el contenido de calor del océano.
Comparación de estimaciones superpuestas de un año a intervalos de 6 meses del flujo de energía anual neto en la parte superior de la atmósfera de CERES (línea naranja) y una estimación observacional in situ de la absorción de energía por el sistema climático de la Tierra (línea azul). Fuente: NASA/Tim Marvel |
"Las dos formas independientes de ver los cambios en el desequilibrio energético de la Tierra coinciden muy bien, y ambas muestran esta gran tendencia, lo que nos da mucha confianza en que lo que estamos viendo es un fenómeno real. y no sólo un artefacto instrumental ", dijo Norman Loeb, autor principal del estudio e investigador principal de CERES en el Centro de Investigación Langley de la NASA. "Las tendencias que encontramos fueron bastante alarmantes en cierto sentido".
Los aumentos en las emisiones de gases de efecto invernadero como el dióxido de carbono y el metano debido a la actividad humana atrapan el calor en la atmósfera, capturando la radiación saliente que de otro modo escaparía al espacio. El calentamiento genera otros cambios, como el derretimiento de la nieve y el hielo, y el aumento del vapor de agua y cambios en las nubes lo que a su vez pueden aumentar más el calentamiento. El desequilibrio energético de la Tierra es el efecto neto de todos estos factores. Para determinar los factores primarios que impulsan el desequilibrio, los investigadores utilizaron un método que analizaba los cambios en las nubes, vapor de agua, contribuciones combinadas de gases traza y la producción de luz del Sol, el albedo de la superficie (la cantidad de luz reflejada por el la superficie de la Tierra), diminutas partículas atmosféricas llamadas aerosoles y cambios en la distribución de la temperatura superficial y atmosférica.
El estudio encuentra que el duplo del desequilibrio es en parte el resultado de un aumento en los gases de efecto invernadero debido a la actividad humana, también conocido como forzamiento antropogénico, junto con los aumentos en el vapor de agua que atrapan más radiación de onda larga saliente. Esto que contribuye aún más al desequilibrio energético de la Tierra. Además, la disminución de nubes e hielo marino conduce a una mayor absorción de energía solar.
Los investigadores también encontraron que un cambio de la Oscilación Decenal del Pacífico (ODP) de una fase fría a una fase cálida probablemente jugó un papel importante en la intensificación del desequilibrio energético. La ODP es un patrón de variabilidad climática del Pacífico. En ésta se observa como una enorme cuña de agua en el Pacífico oriental que atraviesa fases frías y cálidas en las imágenes satelitales. Esta variabilidad interna que ocurre naturalmente en el sistema de la Tierra puede tener efectos de gran alcance en el tiempo y el clima. Una fase de ODP intensamente cálida que comenzó alrededor de 2014 y continuó hasta 2020 provocó una reducción generalizada de la cobertura de nubes sobre el océano y un aumento correspondiente en la absorción de radiación solar.
El estudio concluye que, a menos que disminuya la tasa de absorción de calor, se deben esperar cambios climáticos mayores de los que ya se están produciendo.
Basado en artículo de NASA. Lea el original en inglés.