por Sherry Landow (publicado originalmente el 24 Feb 2022)
Un estudio de la universidad de New South Wales (UNSW) en Sydney, Autralia muestra que al menos dos veces más agua dulce ha pasado de las regiones cálidas a las frías del planeta de lo que habían predicho los modelos climáticos, lo que implica mayores cambios en el ciclo global del agua.
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El ciclo del agua deja una huella en el patrón de la sal del océano, y al medir estos patrones, los investigadores pueden rastrear cómo cambia el ciclo con el tiempo. Foto de Michael Roebbers de Pixabay |
El ciclo global del agua, es decir, el movimiento constante de agua dulce entre las nubes, la tierra y el océano, juega un papel importante en nuestra vida diaria. Este delicado sistema transporta agua del océano a la tierra, lo que ayuda a que nuestro entorno sea habitable y el suelo sea fértil.
Pero el aumento de las temperaturas globales ha hecho que este sistema sea más extremo: el agua se está alejando de las regiones secas hacia las regiones húmedas, lo que provoca que las sequías empeoren en algunas partes del mundo, al tiempo que intensifica las lluvias y las inundaciones en otras. En otras palabras, las áreas húmedas se están volviendo más húmedas y las áreas secas se están volviendo más secas.
Hasta ahora, los cambios en el ciclo han sido difíciles de observar directamente, ya que alrededor del 80 por ciento de la precipitación global y la evaporación ocurren sobre el océano.
Pero un nuevo estudio dirigido de la UNSW, publicado hoy en la revista
Nature, ha utilizado patrones cambiantes de sal en el océano para estimar cuánta agua dulce se ha movido desde el ecuador a los polos desde 1970. Los hallazgos muestran que entre dos y cuatro veces más agua dulce se ha movido de lo que anticipaban los modelos climáticos, brindándonos información sobre cómo el ciclo global del agua se está amplificando en general.
"Ya sabíamos por trabajos anteriores que el ciclo global del agua se estaba intensificando", dice el autor principal del estudio, el
Dr. Taimoor Sohail, matemático e investigador asociado postdoctoral en UNSW Science. “Simplemente no sabíamos por cuánto.
“El movimiento de agua dulce de las zonas cálidas a las frías constituye la mayor parte del transporte de agua. Nuestros hallazgos pintan una imagen de los cambios más grandes que ocurren en el ciclo global del agua”.
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El cambio climático está haciendo que el ciclo global del agua sea más extremo: las áreas húmedas se están volviendo más húmedas y las áreas secas se están volviendo más secas. Foto de Jose Antonio Alba de Pixabay |
El equipo hizo estos hallazgos analizando las observaciones de tres conjuntos de datos históricos que cubren el período 1970-2014. Pero en lugar de centrarse en las observaciones directas de la lluvia, que pueden ser difíciles de medir sobre los océanos, se centraron en un aspecto más inusual: qué tan salada era el agua en cada área del océano.
"En las regiones más cálidas, la evaporación elimina el agua dulce del océano y deja sal, lo que hace que el océano sea más salado", dice el coautor
Jan Zika, profesor asociado en la Facultad de Matemáticas y Estadística de la UNSW. “El ciclo del agua lleva esa agua dulce a regiones más frías donde cae como lluvia, diluyendo el océano y haciéndolo menos salado”.
En otras palabras, el ciclo del agua deja una huella en el patrón de la sal del océano, y al medir estos patrones, los investigadores pueden rastrear cómo cambia el ciclo con el tiempo. El equipo estima que, entre 1970 y 2014, se transportaron entre 46,000 y 77,000 kilómetros cúbicos de agua dulce desde el ecuador a los polos más que lo esperado: alrededor de 18 a 30 centímetros de agua dulce de las regiones tropicales y subtropicales.
“Los cambios en el ciclo del agua pueden tener un impacto crítico en la infraestructura, la agricultura y la biodiversidad”, dice el Dr. Sohail. “Por lo tanto, es importante comprender la forma en que el cambio climático está afectando el ciclo del agua ahora y en el futuro.
“Este hallazgo nos da una idea de cuánto está cambiando esta parte del ciclo del agua y puede ayudarnos a mejorar los futuros modelos de cambio climático”.
Referencia:
- Taimoor Sohail, Jan D. Zika, Damien B. Irving, John A. Church. Observed poleward freshwater transport since 1970. Nature, 2022; 602 (7898): 617 DOI: 10.1038/s41586-021-04370-w